psicologahaychelt
El Duelo "un dolor que duele"
Quiero iniciar estas líneas diciéndote que sé que es dolor y cuando perdemos lo que es valioso para nosotros nos enfrentamos a ese dolor que duele, para mí los duelos que llegan a nuestras vidas son inevitables, hacen parte de las experiencias de la vida, algunos por elección, otros no tienen explicación y ¿el por qué a mí? te hace eco en tus pensamientos por algún tiempo, por ello es importante conocer que pasa en nuestras vidas cuando llega lo inesperado.

Conocer el mar por donde tenemos que cruzar no da la esperanza de saber que, si podemos salvarnos, si nos damos la oportunidad de sanar lo podemos lograr en el tiempo que estemos preparados. u
EL DUELO Y SUS ETAPAS
Las etapas de duelo son: Crisis, negación, enojo, depresión, aceptación y aprendizaje.
Duelo: Respuesta emocional adaptativa y normal ante una perdida. Se denomina duelo al proceso de adaptación a la nueva realidad que tenemos cuando sufrimos una perdida emocional en nuestras vidas. Hay que tener en cuenta que el duelo es un proceso que hay que pasar siempre que experimentamos una pérdida. El duelo no es patológico en sí mismo y tiene unas fases por las que siempre hay que pasar.
En este proceso se tienen que reajustar las emociones, reestructurar los pensamientos y adaptar las conductas que se han desestabilizado o desajustado con la pérdida, y recolocar las nuevas situaciones vitales.
Etapas
Negación: La incredulidad es la primera reacción ante un golpe de la vida. La negación es un escalón inevitable que hay que atravesar y del que finalmente hay que salir para digerir la pérdida. Negar es una manera de decirle a la realidad que espere, que todavía no estamos preparados. El impacto de la noticia es tan fuerte que dejamos de escuchar, de entender, de pensar. Puede suceder que en un primer momento el bloqueo sea tan grande que no podamos ni sentir.
Enojo: Lo primero que debemos hacer con el enojo o la rabia es reconocerla y aceptarla para poder sacarla. La rabia tiene una razón de ser, es pedir ayuda, nos impulsa a tomar otros caminos. Es un arma para la supervivencia. Toda la rabia que se queda dentro, que intentemos negar o esconder nos acabará autodestruyendo.
Negociación: Es el momento en que fantaseamos con la idea de revertir la situación, se puede llegar a pactar con quien haga falta, hasta incluso con Dios prometiendo lo que sea necesario. Se buscan formas de hacer que lo inevitable no sea posible. Es una esta etapa breve.
Depresión: Te sientes triste, tienes miedo e incertidumbre ante el futuro, un vacío y un profundo dolor. Te sientes agotada y cualquier tarea se vuelve complicada. “No seré feliz nunca, no encontraré a nadie igual” o “ya no volverá” son pensamientos que suelen repetirse cuando nos estamos enfrentando a nuestro dolor. Pero a pesar de que puedas pensar que esto no acabará nunca y que va a durar para siempre, la realidad es que solo desde este punto podrá volver a reconstruirse.
Aceptación: Es cambiar de perspectiva. Aceptar el desafío que supone vivir sin alguien muy amado. Tú tienes tu respuesta. Lo que pasa es que hasta ahora no te habías escuchado. Ahora aprendes a descubrir esa respuesta, ese potencial que en todo momento tenías. Nos damos cuenta de que debemos seguir caminando. Esto se llama recuperar la funcionalidad.
Aprendizaje: aquí ya puede hacerte la pregunta, ¿para que viví este proceso, ¿qué aprendí, ¿qué perdí y qué gané?, y enfocarte en tus nuevos propósitos.
Fuente:
https://manejodelduelo.com/etapas-del-duelo-segun-elizabeth-kubler-ross/
Conociendo estas etapas nos invita a buscar ayuda profesional necesaria para lograr transitar estos momentos de la forma más adecuada para ti.